Tu roce quema mi piel
como brasa de chimenea.
Ardo en tu lecho...
ansiosa de tus caricias.
Me susurras a mi oído,
cuánto me deseas...
Me emborracho con tus besos...
hasta perder la razón en tus labios...
No permitas que el amanecer me encuentre...
si no es bajo tus brazos...
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