By Ortega

sábado, 28 de enero de 2012

Mi cárcel.

 Dicen que salir  a explorar nuevos mundos, a través de una ruta te libera, deja que veas tu mundo pasado atrás y el futuro enfrente… Yo solo me sentía prisionera de una cárcel sin fin, Solo veía que no podía esconderme, que no podía huir, estaba ahí escuchando como me juzgaba el tiempo.
Como me veía derramar lagrimas por dejar mi pasado en una ciudad llena de futuro.
¿Cuál es el destino?¿ Donde de verdad tengo que bajarme? ¿Acá, allá, nunca?
De repente ves que el cielo se pone tan oscuro que las estrellas son las únicas que te ilustran imágenes imposibles de ver. Las únicas que te dicen la verdad.
Me perdí en el camino, ya no sé de dónde vengo, a quién dejo atrás, ni donde voy.
En la Bifurcación me fui para la izquierda, y no hay nada, yo sola con mi cárcel.
Es donde tengo que estar, donde me lleve el viento, donde me diga la noche… Donde el sol me pegue en la cara levemente, y todo lo que haya alrededor sea Baldío.

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